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7 motivos para visitar Flandes

6 minutos de lectura

En Flandes hay muchas más cosas a descubrir, aparte del chocolate y la cerveza. Visitar Bruselas, Brujas, Gante, Amberes o Lovaina... ¡es una gran idea! Y te damos 7 motivos que te convencerán. Y es que la Región Flamenca de Bélgica es preciosa y tiene mucho por ofrecer.

 

Un viaje a Flandes da para mucho. Quien ha podido visitar esta zona sabe que la realidad supera las expectativas del viaje, porque Flandes es un destino ideal para familias, parejas e incluso para una escapada para uno solo. ¡Te lo mostramos!

 

Gante en Flandes
Gante. Foto: jo vanel

7 motivos para viajar a Flandes

Para visitar Flandes, nada como una bicicleta

Pocos países hay en Europa que permitan desplazarse tan cómodamente en bicicleta como Bélgica, y la zona de Flandes no es una excepción. Es facilísimo conseguir unas bicicletas en cualquier parte (hay empresas privadas pero algunas ciudades también ofrecen el servicio), está todo señalizado y existen carriles para ir prácticamente a cualquier sitio.

 

Además hay rutas específicas para ciclistas que rodean parques y pueblos que los habitantes usan para desplazarse pero que se convierten en excursiones perfectas si hace buen día y no tenemos prisa.

 

Las bicicletas en Flandes.
Las bicicletas en Flandes. Foto: Adrià Fontcuberta

Flandes es pequeño y llano, así que prepara bien tu ruta: es posible que puedas ahorrarte algunas salidas en coche si te animas a pedalear un poco.

La historia de Flandes es apasionante

Y por lo tanto lo es su presente.

 

Al visitar Flandes estás visitando la región norteña de Bélgica, un país dividido en tres comunidades lingüísticas (flamenca, francesa y germana, en el este) y entres regiones geográficas (Flandes, Valonia y Bruselas), que en realidad no corresponden a la división de los idiomas.

 

Bélgica se unificó en 1830, tras 200 años dividida, y toma especial protagonismo en la historia durante la Guerras Mundiales por su situación geográfica clave entre grandes potencias como Francia, Alemania e incluso Gran Bretaña.

 

Actualmente Flandes está dividida en cinco provincias, pero la distribución de esta conocida región de Bélgica ha cambiado una barbaridad a lo largo del tiempo.

 

Si te gusta meterte de lleno en la historia de tu destino de vacaciones, como me pasa a mí, Flandes te parecerá el paraíso.

Lovaina y Brujas

Dos argumentos en uno.

 

La ciudad de Lovaina es un motivo por si sola. La ciudad universitaria por excelencia del centro de Europa es, además, un sitio con una arquitectura especial y que no goza del reconocimiento que sí que tienen otros lugares menos únicos. 

 

Lovaina
Lovaina.  Foto: Adrià Fontcuberta

Ir a Lovaina y perderse la Biblioteca o la cervecería Domus (calle Tiensestraat, 8) debería ser ilegal. Los tres tipos de cerveza que fabrican en Domus se distribuye hacia la barra mediante tuberías que bajan del piso superior (que evidentemente se puede visitar con guía). No íbamos a hablar (demasiado) de cerveza, pero Domus se merece mención aparte.

 

Otra ciudad que prácticamente merece un viaje exclusivo es Brujas. Es el prototipo de ciudad europea medieval del norte.

 

Curiosidad: el nombre no tiene nada que ver con "nuestras" brujas. Proviene del noruego "Bryggia", que significa algo como puente o muelle. En flamenco (neerlandés) "brug" significa puente (parecido al inglés "bridge"), y echando un ojo a la ciudad y a su cantidad ingente de puentes se comprende fácilmente porque le pusieron ese nombre.

 

Brujas en Flandes
Brujas. Foto: S. Hermann & F. Richter

Bobbejaanland

Si montáis un viaje a Flandes con niños, incluid el parque de atracciones de Bobbejaanland en vuestra ruta sí o sí. ¿Lo mejor de todo? Que podéis combinároslo bien para ir a Bobbejaanland pero también visitar algunas ciudades haciendo viajes radiales desde el propio parque (que ofrece alojamiento).

 

Eso sí, cuidado porque el sitio es de todo menos barato, ni las atracciones ni la comida.

La ciudad de la ginebra

Con lo de moda que se han puesto los Gintónic y resulta que en Flandes ya existe una ciudad de la ginebra desde hace años. Hasselt, una ciudad flamenca de 70.000 habitantes, tiene el honor ser reconocida como la capital de esta bebida y celebrar la Fiesta de la Ginebra el tercer fin de semana de octubre.
 

En Hasselt también está el Museo de la Ginebra, un antiguo convento que se convirtió en destilería (como son las cosas) en 1803. La destilería sigue funcionando y se puede ver la inmensa máquina de vapor que da energía a toda la fábrica. La visita cuesta algo menos de 5€ y merece completamente la pena.

El Atomium y la Grand Place de Bruselas

Para ser justos Bruselas no es Flandes porque se trata de una región específica para la ciudad (recordemos que Bélgica es la suma de Flandes, Valonia y Bruselas), pero geográficamente está allí mismo y es inevitable visitar la capital de Bélgica, y, de todos las atracciones destacadas de la ciudad, hay un par que destacan: la Grand Place y el Atomium.

 

La Grand Place es la plaza central de Bruselas, la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento, la Casa del Rey y las casas de los gremios. Es una de las plazas más bonitas del mundo (lo digo yo y lo afirma la UNESCO) y merece la pena pasear por ella y prestar especial atención a los detalles de las fachadas.
 

Merece la pena disfrutar de la plaza en varios momentos del día. Además, si tenéis suerte podrás coincidir con la Alfombra de Flores.

 

Cada dos años rellenan el suelo de la plaza de un tapiz de begonias, y lo vienen haciendo cada dos años desde los setenta. Si te apetece verlo en directo, deberás estar en Bruselas a mediados de agosto.

 

Alfombras de flores en Bruselas.
Alfombras de flores en Bruselas. Foto: Adrià Fontcuberta

Además de la plaza, las calles de los alrededores son un buen sitio para pasear, para comerse un gofre o tomar una foto al Manneken Pis.

 

Otra atracción que no puedes perderte es el Atomium, la archiconocida construcción/escultura/cosa que se ha convertido en un símbolo para los belgas.

 

Depende de la época del año puede que hayan muchas colas para subirte, pero de verdad que merece la pena. Las vistas desde arriba son espectaculares y las construcciones y exposiciones interiores son muy interesantes. Si vas a Flandes con hijos van a pasar un buen rato subiendo y bajando por las escaleras psicodélicas del Atomium.

 

Atomium en Bruselas
Atomium. Foto: Adrià Fontcuberta

Es perfecto para sacar fotografías

Flandes es un sitio perfecto para fotografiar, sin necesidad de ser unos profesionales de la cámara. Que la Escuela de Amberes (y la pintura flamenca en general) fuera tan importante durante los siglos XVI y XVII no es casualidad dada la luz, los colores y la arquitectura de esta zona.

 

Amberes en Flandes
Amberes. Foto: reginasphotos

....y el chocolate y la cerveza

Hay chocolate por todas partes. Hay cerveza por todas partes. Intenta pensar que no vas a comer, pero al final va a ser que sí. Mira qué gofres...

 

Gofres y chocolate belga
Gofres y chocolate belga. Foto: Adrià Fontcuberta

...y lo que beben:

 

Cerveza belga
Cerveza belga. Foto: Adrià Fontcuberta

Si no vais a Flandes, ¡que no sea por falta de razones!

Viajes a Flandes
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